jueves, 30 de septiembre de 2010

Resumen introductorio: María José López, "Apuntes sobre la violencia en Arendt y Benjamin"

Apuntes sobre la violencia en Arendt y Benjamin

“La guerra revelada por esta luz no es ni la ‘eterna’ hacia la cual los alemanes dirigen sus plegarias, ni esa ‘última’ que enciende las fantasías pacifistas. No es en realidad más que la terrible y última oportunidad de corregir la incapacidad de los pueblos, de reestructurar sus relaciones de tal manera que les sea posible reinsertarse en la naturaleza gracias a sus medios técnicos” (Benjamin, Teorías del fascismo alemán).

“La fábula se expresó claramente: toda fraternidad de la que hayan sido capaces los seres humanos ha resultado del fratricidio, toda organización política que hayan podido construir los hombres tiene su origen en el crimen. La convicción de que ‘en el origen fue el crimen’ – de la cual es simple paráfrasis, teóricamente purificada, la expresión ‘estado de naturaleza’, ha merecido, a través de los siglos tanta aceptación respecto a la condición de los asuntos humanos como la primera frase de San Juan ‘En el principio fue el Verbo’ ha tenido para los asuntos de salvación”
(Arendt, Sobre la revolución).

La reflexión sobre la violencia constituye un eje central del pensamiento político de Hannah Arendt que también está presente en las reflexiones de Walter Benjamin. Ambos pensadores heterodoxos, de tradiciones hasta cierto punto al menos, opuestas (fenomenología y marxismo); exploran la cuestión política, la historia y el arte en el contexto de un mundo que se descompone. Se trata de autores en comunicación. No sólo  a través de la época y las muchas coincidencias que comparten sus biografías: judíos-alemanes de entornos asimilados, que acorralados por el antisemitismo emigran a París, que son ingresados en campos de internamiento, que intentan salir de Europa ocupada, etc.); no sólo por la amistad que los une durante la época de su estadía en París, sino también, por el contacto y la comunicación que existe entre sus ideas.
Uno de estos espacios de comunicación teórica esta dado por la cuestión de la violencia que en esta exposición abordaremos sólo en tres niveles: la nueva violencia ideológica que proviene del nacional socialismo, que defiende la guerra y luego el sistema totalitario. La violencia que está supuesta en la idea de Estado Moderno como Estado de Derecho y Estado Nacional; y la violencia primera que da origen a lo político: ambos autores se preguntan si es posible algo así como un origen no violento de lo político. En sus respuestas, ante esta última interrogante que no sólo es política sino también metafísica, tendrán también algunos puntos de contacto.
Sin embargo, contacto y comunicación teórica entre estos autores, no significa coincidencia. Entablan conversaciones, Arendt lo hará incansablemente con un Benjamin recordado, por ejemplo, en relación el tema de la historia en sus escritos de los años 50’ y 60’. Las obras de ambos pensadores comparten a veces miradas críticas, perspectivas e incluso conceptos, pero a la larga generalmente no coinciden. En la gran mayoría de los temas cruciales, diría yo, sus ideas tienen un cierto aire de familia, pero terminan diferenciándose y tomando caminos divergentes, una vez que las miramos de cerca. Intentaremos mostrar cómo operan, en relación con el tema de la violencia y en los niveles establecidos, estas coincidencias y disidencias.

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