sábado, 30 de octubre de 2010

Resumen introductorio, Zeto Bórquez, "Schlüsselgewalt: un cuasi-trascendental lugar de paso" (2 de Noviembre)

La noción de imagen dialéctica, tal como es expuesta por Benjamin en las Tesis sobre el concepto de historia y en el Libro de los pasajes, puede proyectarse a un cuestionamiento de la diferencia privado/ público arraigada en el tratamiento que el autor desarrolla en torno al concepto de “tiempo mesiánico”. En la medida en que un elemento prehistórico acompaña al nacimiento de lo nuevo, entonces es el porvenir el que llega como factor de redención. Ahora bien, en esta cristalización monádica es el espacio interior del particular el que se verá afectado por la huella del elemento utópico que implica este movimiento. La imagen actuaría así como un resto sin solución de continuidad (aufgehoben) que va a poner en jaque las nociones de interioridad y exterioridad desde lo que cabría llamar “chance revolucionaria” (Tesis XVII y XVIII’). En efecto, es un cierto “poder de apertura” (Schlüsselgewalt) el que permite a Benjamin reconocer el signo (la clave) de una interrupción mesiánica como estructura monadológica y que, como pretendemos demostrar, obedece a una noción de síntesis que cabría entender como “cuasi-trascendental”. “Cuasi-trascendental”, es decir, “aprehensión” de un objeto ni simplemente inmanente a una conciencia ni simplemente trascendente al mundo y cuya relación entre los términos de la misma no pasa necesariamente por la antítesis. A nuestro juicio, este modo de acercamiento al objeto (histórico) se vincula con lo que Benjamin denomina “experiencia de umbral” (O 2, a 1) y que consiste precisamente en imprimir al objeto una cierta vacilación entre el interior y el exterior. Es así como el interior se define como el espacio donde el particular “deja su huella” y es en el Jugendstil donde se pone de manifiesto su ambigüedad en cuanto éste pone en movimiento “todas las fuerzas de la interioridad” a la manera de un médium (Resumen, IV; Resumen’, C, II y III; I 4, 4; S 1, 1 y ss.). Por otra parte, las nociones de cifra, clave o número encuentran expresión en el ejemplo del juego respecto de un tipo de vivencia en particular que es la vivencia del shock, y que caracteriza al tiempo mesiánico. Sólo cuando no se realiza el acontecimiento de la predicción por parte del jugador “‘lo que viene’ ingresa en cuanto tal claramente en la conciencia “(O 13, 1). En ese “saber” que anticipa el futuro pero sin llegar a consumarse salvo en la vivificación de un número, se jugaría un lugar de tránsito que es también apertura o chance de un rescate que se realiza suspendiendo el curso ininterrumpido de la intención que caracteriza al tiempo vacío y homogéneo. De este modo, Benjamin intentará reconocer en los lugares de paso la figura del despertar histórico y del pensamiento dialéctico, la experiencia fluctuante del umbral que resiste a la síntesis totalizante (p.e., Manuscrito: Ms. 1.129; I 1 a, 4). Si ese paso es también un paso en falso de la conciencia respecto de su “como tal”, entonces la hipótesis de un cuasi-trascendentalismo en Benjamin se hace sostenible, y con ello, un cuestionamiento del interior: vacilación entre lo privado y lo público que aparecería para Benjamin como condición del pensamiento dialéctico.

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